domingo, 26 de agosto de 2012

Heathcliff

Creo que nunca antes había sentido realmente celos. Nunca me había considerado una persona celosa, hasta ahora. Esa impotencia y odio mezclado con el peor de los sentimientos dirigido a una persona, todo eso es letal para uno. Nocivo. A pesar de eso, yo busco tranquilidad en un sentido puramente egoísta y lo admito con vergüenza.
Sé muy bien que los celos son inseguridades, y sí, soy la persona más insegura del mundo cuando se trata de ella. Todos mis miedos cobran vida propia cuando se trata de ella. Mi mundo se vuelve rojo y no logro ver nada con claridad cuando me encuentro nublada por mi estupidez. El peor enemigo de uno es uno mismo. Lo comprendo. 
Estas semanas he tratado de comprender muchas cosas, algunas veces obro bien y otras, simplemente soy humana y me equivoco. Entonces decidí ser más inteligente y tomar las decisiones correctas.
Comparto una cita de Heathcliff del libro "Cumbres Borrascosas". Supongo que es lo más cercano a cómo me siento ahora y a la decisión que he tomado (espero que se entienda). Aunque considero que Heathcliff es "ligeramente" exagerado en esta cita (yo hablando de exageración, ¡qué barbaridad!).
 "Y es ahí donde se puede ver la diferencia entre nuestros sentimientos: si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le aborreciera con un odio que convirtiera mi vida en hiel, nunca habría levantado la mano contra él. ¡Puedes poner cara de incredulidad si quieres! Yo nunca podría haberle apartado de ella, al menos mientras ella lo hubiera querido así. Mas en el momento en que perdiera su estima ¡le habría arrancado el corazón y me habría bebido su sangre! Sin embargo, hasta entonces, y si no me crees es que no me conoces, hasta entonces ¡preferiría morir con certeza antes que tocarle un solo pelo de la cabeza!"

sábado, 9 de junio de 2012

PABLO NERUDA


Andando en las arenas
yo decidí dejarte.

Pisaba un barro oscuro
que temblaba,
y hundiéndome y saliendo
decidí que salieras
de mí, que me pesabas
como piedra cortante,
y elaboré tu pérdida
paso a paso:
cortarte las raíces,
soltarte sola al viento.

Ay, en ese minuto,
corazón mío, un sueño
con sus alas terribles
te cubría.

Te sentías tragada por el barro,
y me llamabas y yo no acudía,
te ibas, inmóvil,
sin defenderte
hasta ahogarte en la boca de arena.

Después
mi decisión se encontró con tu sueño,
y desde la ruptura
que nos quebraba el alma,
surgimos limpios otra vez, desnudos,
amándonos
sin sueño, sin arena,
completos y radiantes,
sellados por el fuego.


*Gracias GEC (:

domingo, 15 de abril de 2012

Espectro


De vez en cuando recordaba los días oscuros, cuando me dolía respirar por la nariz, cuando respiraba por la boca y aún así tu recuerdo dolía y quemaba en la garganta al pasar la saliva.
Te buscaba hasta en los rincones que sabía no estarías, y al buscarte allí, no es sorpresa, te encontraba, porque estabas en todo y siempre lo negaba.
Aún siento el espectro del vacío en mi pecho, y tengo miedo a su presencia.
Juro que te veías feliz al no estar a mi lado. Casi siempre veía tu sonrisa bien puesta en su lugar, ahí en tu rostro donde pertenece.
Al menos tú tratabas estar bien, talvez mirabas al cielo al despertar y sin darte cuenta, ya era un nuevo día.
Tú vivías y yo no quería hacerlo. Sin embargo, deseaba estar bien.
Ahora lo estoy, y tengo miedo.
No me molestaría si la olvidaras para mañana antes de tomar el desayuno o si no recordaras su nombre al llegar la noche.
Temo a las palabras que te recuerden a su encanto, temo pronunciarlas y que rías al recordarla, temo que dudes si dice quererte a su lado, y tengo miedo.
No cuento con nada que pueda retenerte y sé que nunca tuvo lógica que tú me quieras ciegamente.
Yo no sé en qué creer, pues no creo ni en mí misma. Así que tampoco puedo creer en nadie más.
Trato con todas las fuerzas que ya no tengo de no hacer preguntas para no escuchar respuestas. Y fallo.
Mi sonrisa se apaga y la luz no llega a mis ojos.
El espectro del vacío anda rondando por ahí, siento que me observa desde la esquina.
Se esconde, maldito cobarde.
El espectro es inteligente, sabe perfectamente cuando aparecer, en la madrugada de cualquier día, cuando el silencio es pesado porque el ambiente es escalofriante. Susurra mis dudas infernales y los miedos más hirientes, respira sobre mi cuello y da ganas de abofetearlo, y tengo miedo.
De vez en cuando recordaba los días oscuros, cuando me dolía respirar por la nariz, cuando respiraba por la boca y aún así tu recuerdo dolía y quemaba en la garganta al pasar la saliva.

Yo te quiero.

martes, 10 de abril de 2012

Completa

Ya no siento el dolor de las canciones de amor,
el dolor ajeno es ahora más ajeno que nunca.
No importa cuán sola me encuentre o cuánto frío haga en mi habitación,
el dolor no me roza más la piel, los tejidos se han sanado con su presencia.
No siento haber estado alguna vez herida,
los recuerdos de un estado catatónico no duelen ni despierta ni dormida.
Y ahora no comprendo la infelicidad de otros,
no siento empatía y tampoco culpabilidad.
Sonrío porque puedo respirar profundamente,
no tengo necesidad de llorar y no se me apetece hacerlo después del almuerzo.

Me encuentro completa, así que dejé de buscar mis propias piezas en el suelo.
No soy más un vidrio roto y punzocortante,
Me encuentro completa.


domingo, 8 de abril de 2012

Momento inesperado

Momento inesperado y la perfección fue creada bajo nuestras manos,
Te vi sonreír cuando rocé tu mejilla,
Recogí tu suspiro más encantador con mis labios y saboreé tus nervios con la lengua en fuego.
El amor se convirtió en algo más que un tema de conversación,
Pude respirar tu aliento más de mil veces
Y en ningún momento fue suficiente tenerte tan cerca.
Te tenía entre mis brazos, adherida a mi cuerpo y latente en mi pecho desnudo,
Y realmente nunca te tuve de esta manera ni en mis sueños más reales.
Nunca sentí que la felicidad fuera efímera mientras te encontraras caminando a mi lado,
Nunca creí que la oscuridad podría mostrar la belleza de tu alma,
Nunca pedí a Dios tal bendición.
Podía verte aún al cerrar los ojos
Bajo las estrellas pintadas precisamente en nuestro cielo personal.
Se trataba del paraíso en todo su esplendor de noche.
Perdí la noción del tiempo, del espacio y de la gravedad,
Yo sentí que volaba sin droga alguna,
Que el tiempo por fin decidió estar de nuestro lado,
Que las horas se fundieron tras cerrar la puerta
Y que el espacio era completamente nuestro en toda su extensión.
Te quise en cada respiración y en cada palpitar,
Con cada sentimiento hecho polvo al sentir tu aliento sobre mi cuello,
Con cada músculo de mi cuerpo hasta llegar a la médula espinal.
Te quise tanto que me sentí completa.
El poder, otorgado al nacer, de crear momentos inolvidables
Nunca fue tan real ni tan palpable como el que vivíamos.
Recordaría exactamente cómo llegamos a despojarnos de todo excepto nuestra piel,
De la manera cómo íbamos perdiendo la razón y la dejamos en la mesa de noche,
De cómo el suelo llegó a ser un buen lugar para amortiguar nuestra locura.

Momento inesperado y la perfección fue creada bajo nuestras manos,
Te vi besar mi esencia cuando abracé la tuya,
Nuestras manos se sujetaron como si nunca quisieran separarse y yo les creí.
Encarcelaste mi cuerpo con el tuyo y el secreto de todo lo que fue quedo encerrado también.
La luz blanquecina del poste más cercano traspasó con miedo la ventana de la habitación,
No pidió permiso para entrar y se lo agradecí infinitamente.
Iluminó tu rostro y olvidé respirar,
Guardé aquel recuerdo celosamente en la memoria de mi corazón.
Te contemplé por más de un minuto como si mis ojos temieran olvidarte,
Algo completamente irracional.
Tu cabello ondeado y rebelde, tus labios entreabiertos jadeando por efecto de la excitación, tu mirada fija en mí me hacía preguntar qué veías, tus mejillas rosáceas tan deliciosas. 

No cabía imaginar un momento inesperado más perfecto que esa situación.

sábado, 7 de abril de 2012

Lo entiendo

Me tomará tiempo, eso ya lo había entendido. 
Me había quedado claro que los girasoles no florecen en invierno y que tus besos pertenecían a otro dueño.
Había entendido hace ya varias semanas que tu cuerpo era un templo de otra religión y que a veces el café por las mañanas es mejor descafeinado. 
Entendí que las lágrimas de desamor tienen un sabor amargo y melancólico, que en la oscuridad uno puede hallar luz y que en mi delirio siempre estuviste presente. 
Irónicamente, mi cama tiene guardado un lugar para ti. Tu silueta aún se encuentra grabada en mis sábanas y tu mirada, después de varios meses, aún traspasa mis párpados cerrados.
Todo es un simple sueño.
Déjame creer que esto nunca pasó. 

Quiero creer que las noches cuentan con más de tres estrellas y que mi ventana nunca te vio partir. 
Creer, por ejemplo, que mi habitación capturó tu perfume la última vez que estuviste aquí y que si deseo recordarte, puedo recurrir a su memoria táctil.
Ya había quedado claro que no estaría bien para mañana, que al despertar no te encontraría al otro lado de la cama y que las canciones ya habían perdido todo rasgo de felicidad. 

Me tomará tiempo olvidarte, eso ya lo había entendido.